lunes, 14 de diciembre de 2009

LO QUE NOS ESPERA...

Hace tres años, Nombrevilla vivió la pesadilla de una nueva carretera que amenazaba sin contemplaciones un entorno de interesante valor paisajístico , paleontológico y con zonas esteparias de gran valor ornitológico.
Esta carretera tuvo un impacto brutal sobre el medio natural, ya que la construcción de una carretera supone desmontes y taludes de gran impacto ambiental a lo que hay que sumar los daños colaterales como son de los acopios de material, vertederos y las pistas que abren por doquier para que las máquinas transiten  innecesariamente por zonas de vegetación natural.
Esta carretera podría haberse evitado estudiando otras alternativas de menor impacto ambiental, pero como ya sabemos nuestros políticos  les importa muy poco las afecciones al medio ambiente, a nuestros paisajes y ecosistemas y por tanto a nuestro patrimonio. Un claro ejemplo es esta dichosa autovía, cuyo trazado  justamente es el peor valorado medioambientalmente de todas las alternativas propuestas.
La construcción de dicha carretera de sólo dos carriles ha supuesto una agresión sin precedentes al entorno natural de la comarca del Campo de Daroca y afecciones muy negativas al pueblo de Nombrevilla.
Si se ha cometido semejante destrozo con la construcción de una carretera comarcal no quiero ni pensar en la atrocidad que nos  espera cuando se realice la autovía, justo por el mismo sitio de dicha carretera, y que devorará  todo se encuentre por delante.

2 comentarios:

  1. Nos espera lo que queramos esperar y yo no he invitado a ninguna autovía
    a comer, ya se que suelen tener mucha hambre de paisajes y dinero
    pero ahora faltan las dos cosas...asi que adios A-24 ADIOS!!!

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  2. Está claro que no vivimos como nuestros abuelos, en eso consiste el progreso, pero nadie se da cuenta de que no vivimos como ricos, sino que vivimos como multimillonarios si nos comparamos con otras épocas o con otros paises.
    Este ritmo de vida, que antes lo llevaban pocos o ninguno (como decía, vivimos mejor que cualquier millonario de hace 100 años) tiene un precio. Cuando digo un precio, no me refiero a lo que cuesta un coche de última técnología, ni lo que supone llenar el depósito o lo que nos cuesta al mes tener la calefacción en invierno a 26ºC, no, me refiero al coste que le supone al planeta este ritmo de vida, porque sabemos lo que cuesta hacer una autovía, la gasolina etc pero lo que supone para el medio ambiente no es valorable, NO TIENE PRECIO.
    Quien marca la frontera en la que debemos parar y dejar de actuar como "millonarios", pues en principio los políticos, aunque no hay que olvidar que todos somos marionetas de las multinacionales que nos impulsan al consumismo más feroz.

    Todo es un juego en el que participan las constructoras, las multinacionales y los políticos con pactos de no agresión contra grandes infraestructuras. ¿Cuantos partidos, incluso personas con puestos se oponen de forma oficial a esta autovía? A esto me refiero a pactos y a juegos y a nadie le interesa quedar fuera.
    Toda la maquinaria está muy bien construida para que los que algunos tachan despectivamente como "ecologistas" sean vistos por la mayoría como: los raros, amantes de los pájaros y las chorradas que paralizan el desarrollo.
    Pero luego todos se quieren escapar el fin de semana con su último cochazo de gran cilindrada al rincón más perdido.
    ¿Por qué no dejan los pueblos tranquilos, arreglan carreteras pero sin matar moscas a cañonazos?
    Ganará el planeta y ganaremos todos.

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